El bipartito de Gondomar hace aguas y lo demostró ayer en el pleno ordinario. Los tres concejales de Manifesto Miñor plantaron a sus socios del PSOE y se rebelaron así contra el alcalde, el socialista Francisco Ferreira, por no incluir en el debate la aprobación definitiva del reglamento de participación ciudadana, uno de sus principales proyectos del mandato. El regidor convocó la sesión con una única propuesta de gobierno, la de apoyar a la Federación Galega de Bolos en su solicitud a la Xunta para que convierta a los bolos celtas en bien de interés cultural en el marco del patrimonio inmaterial gallego, cuestión que contó con el respaldo de todos los grupos presentes. "Non imos acudir a un pleno sen contido para cobrar sen traballar", sentenció el portavoz de la formación de unidad popular y teniente de alcalde, Antonio Araúxo.

La normativa que cambiará la forma de hacer política del municipio -con la creación de consellos parroquiales y sectoriales para facilitar el acceso de los vecinos y colectivos a la vida pública- forma parte del trabajo del departamento de Participación Cidadá, que dirige el edil de Manifesto Xosé Antón Araúxo. Fue aprobada de forma inicial en pleno el pasado septiembre y ha recibido 126 alegaciones. El concejal planteó en la comisión previa al pleno darle luz verde de forma definitiva por urgencia, pero finalmente el asunto no figuraba en el orden del día.

Y es que el regidor considera que "pode esperar un mes máis porque precisa dun maior consenso", según indicó ayer tras la sesión, que duró casi dos horas pese a la ausencia de una parte del gobierno. Ferreira argumentó que "non podemos levar esta cuestión por urxencia, sen que todos os grupos teñan acceso á documentación para estudiala e valorala como se merece". "Hai moitas alegacións que valorou o concelleiro, e non podemos desestimalas así como así, sen coñecelas en profundidade", aclaró.

Falta de comunicación

Pero, al parecer, las explicaciones del alcalde llegan después de celebrada la sesión. Aunque asegura respetar la potestad del regidor para establecer el contenido de los plenos, el portavoz de Manifesto, Antonio Araúxo, insistió en que convocarlos con un único asunto a propuesta del gobierno "vai contra os nosos principios". "Non imos ser partícipes de algo que sempre criticamos", recalcó el número dos del gobierno, quien aseguraba desconocer la causa por la que el alcalde rechazó debatir el reglamento de participación ciudadana. "Non sabemos se tén motivos ou se é un capricho", apuntó. Admitió así la existencia de una clara "falta de comunicación" entre los socios del bipartito.

Enfrentamientos políticos y ausencias aparte, la sesión se celebró con relativa normalidad. Se aprobaron seis mociones de Gondomar Concello Aberto (CABE). La única que quedó sobre la mesa fue la que había presentado Manifesto Miñor, que el alcalde aplazó al no encontrarse en el auditorio sus ediles para defenderla. Ninguno de los grupos hizo alusión a su ausencia durante el debate y los propios socios del bipartito consideran lo sucedido como algo natural. Araúxo recalcó que el enfrentamiento no debería influir en la relación diaria de los socios. "O novo tempo da política di que se acabaron as obediencias cegas, que chegou a pluralidade aos gobernos", destacó. Por su parte, Ferreira calificó lo ocurrido como "unha mera anécdota" y aseguró que hoy mismo se reunirá con Araúxo para tratar asuntos urbanísticos "sen problema ningún".

"Preocupante"

Desde la oposición, el asunto no resulta tan usual. El portavoz del PP, Fernando Guitián, rechazó valorarlo tras la sesión, aunque manifestó su "sorpresa" por el plantón de Manifesto. Por su parte, el líder de Iniciativa por Gondomar, Manuel Gómez, sí calificó la espantada de una parte del gobierno como "preocupante para Gondomar". "Está claro que este matrimonio non funciona", afirmó.