Alrededor de 2.000 personas se manifestaron ayer en la Avenida de Redondela en apoyo a las demandas del barrio de Chapela a raíz de las obras en la autopista AP-9. La protesta estaba encabezada por los alumnos y padres del CEIP Igrexa, afectado por la ampliación de la AP-9 y cuyo traslado sigue todavía sin resolverse. Durante la marcha, que cortó el tráfico en ambos sentidos algo más de una hora, se corearon críticas a Audasa, Fomento, la Xunta y el gobierno local, pese a que el propio alcalde Javier Bas (PP) estuvo presente con miembros de su equipo del gobierno, así como concejales de la oposición.

Los vecinos de Chapela quisieron expresar con esta manifestación su rechazo a los distintos problemas que causan las obras de ampliación de la autopista en la parroquia y para reclamar la reposición de los servicios afectados y el traslado urgente del nuevo colegio Igrexa a la "Finca da Ginaría", una finca de 34.000 metros cuadrados en el barrio de Cidadelle.

La protesta, convocada por el ANPA del centro educativo, la Asociación de Afectados por la AP-9 y la Asociación de Vecinos de Chapela, sirvió para reclamar otras demandas históricas de la parroquia como la apertura de una salida de la AP-9 en la zona de las Torres de Padín o la gratuidad del peaje en el tramo entre Teis y Rande.

La protesta partió desde la rotonda de acceso a la autopista en el barrio chapelano de Igrexa y recorrió la Avenida de Redondela hasta la fuente de Fraga, para regresar hasta el colegio de Igrexa donde remató la movilización.

Desde el colectivo del ANPA del centro escolar criticaron los plazos acordados el pasado miércoles por los titulares de las consellerías de Educación y Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de tener listo el nuevo colegio para el curso 2019/20, ya que obligaría a convivir a los alumnos los próximos dos años con la autopista pegada a las aulas. En este sentido exigen que el nuevo carril de la AP-9 junto al colegio no abra al tráfico hasta que no se produzca el traslado a las nuevas instalaciones en Cidadelle.