Los trabajos de soldadura que uno de los trabajadores del CEIP Mestre Martínez Alonso estaba realizando en la mañana de ayer en una de las salas de mantenimiento del centro prendieron una estantería y algunos objetos más que se encontraban en esta estancia. El humo del conato de incendio que esto provocó activó la alarma prevista para este tipo de casos, lo que llevó al profesorado del centro a organizar al alumnado para activar el protocolo de evacuación por emergencia de forma inmediata. Tanto fue así que los 245 alumnos con los que cuenta el mencionado centro estaban ya situados en la parte posterior del colegio cuando llegaron los distintos efectivos de seguridad.

Según informó el 112, fue el Servicio de Emergencias de Mos el que informó a la central de emergencias a las 10.30 horas y desde ahí se dio aviso a los Bomberos de Baixo Miño -cuya sede se encuentra en el polígono industrial de As Gándaras- y a la Policía Local de Mos. Los bomberos apagaron el fuego, que se concentraba en el sótano de la instalación, y refrigeraron la zona. También utilizaron un tubo ventilador y midieron los niveles de contaminación del aire durante algunos minutos para comprobar su salubridad. Desde el Servicio de Emergencias de Mos confirmaron que también se procedió a ventilar toda la zona durante un rato para favorecer la eliminación del humo.

No hubo que lamentar daños personales ni tampoco daños materiales. En torno a las 11.30 horas, tanto los alumnos como los profesores volvían a las aulas y retomaban la rutina habitual con total normalidad. Hasta el colegio se acercaron la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, y la concejala de Educación, Kely Monzón, para interesarse por el estado de los trabajadores y de los alumnos del centro, que continuaron con sus respectivas clases durante el resto de la mañana una vez se acreditó que no había peligro, sin que fuera finalmente necesario suspender la jornada escolar por el accidente ocurrido en una de las salas del sótano.