Ponteareas lleva un año prestando servicio de taxi adaptado en el municipio, sin embargo, su responsable, el taxista Ramón Barreiro, asegura que sigue siendo un servicio muy poco demandado, poco conocido por la población, y por tanto poco rentable.

Después de que el Concello de Ponteareas informase a este sector del transporte público de la necesidad de contar con al menos un taxi adaptado en el municipio para cumplir con la Ley 4/2013, de 30 de mayo, Ramón Barreiro se animó a dar el paso y adquirir él un coche adecuado para convertir en adaptado para transportar a personas con movilidad reducida. "Opté yo por probar y prestar este servicio para evitar que el Concello, por aquel entonces, sacase una nueva licencia adscrita a taxi adaptado, teniendo en cuenta que ya éramos muchos taxistas en Ponteareas" explica Barreiro.

Un año después, este profesional del taxi asegura que no ha conseguido, ni mucho menos, amortizar la inversión. "Pensamos que iba a ser un servicio más demandando, pero hago 1 ó 2 servicios al mes, específicos de taxi adaptado" asegura y añade que "me costó 12.000 euros adaptar el coche, más del precio del vehículo".

A sus dificultades para sacarle rentabilidad a este coche de un año de vida, se suma el hecho de que el departamento de Servicios Sociales del Concello de Ponteareas disponga de una furgoneta adaptada propia para prestar este servicio gratuito en la localidad. "La gente si tiene un servicio gratuito es normal que recurra a él en lugar de llamarme a mí", dice.

Por eso, ante la posibilidad de que algún otro compañero convierta en adaptado su vehículo, Ramón lo desaconseja. "Es que además tiene muchas más averías posibles, más allá de las posibles averías de un coche tiene las propias del sistema de anclaje de la silla de ruedas, del escalón lateral.. que no tendría si tuviese un coche normal" señala.

Desconocimiento

"A día de hoy aún me encuentro con gente que me dice que no sabía que Ponteareas tenía este servicio y, a veces, por ejemplo para mover a sus padres si están encamados y necesitan llevarlos al médico o a un notario sufren apuros y la persona con poca movilidad también lo pasa mal", afirma Ramón.

Su vehículo tiene una rampa de acceso trasera para introducir la silla de ruedas, con dos cintos eléctricos en la parte delantera y dos en la trasera que hacen de anclaje para que no se mueva la silla de rueda y un cinto de seguridad del pasajero específico.

Además de su accesibilidad, el vehículo de Ramón tiene la ventaja de tener 7 plazas y por eso es, en ocasiones, más solicitado que otros por grupos de jóvenes que quieren evitar coger el coche después de salir de fiesta.