El gobierno local de Redondela ha realizado en los últimos meses una campaña para concienciar a los vecinos de la obligación de mantener sus fincas particulares limpias de maleza. La presidenta del Consello Forestal, María del Carmen Amoedo, y el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez, han desarrollado un plan conjunto para la prevención de situaciones de riesgo de incendios en las zonas pobladas cercanas a los montes, una medida iniciada el pasado verano y que se mantiene durante todo el año.

La iniciativa cuenta también con la participación de las comunidades de montes y el distrito forestal, que colaborarán en la identificación de los propietarios de los que no se tienen datos catastrales. "Es muy importante la colaboración de todos para hacer una prevención más efectiva y evitar así, en la medida de nuestras posibilidades, el riesgo en las viviendas" , explica Amoedo.

El Consello Forestal, en el que están representados todos los comuneros, se adquirió el compromiso de trazar un plan de trabajo para mejorar la prevención, obligando a todos los propietarios a mantener sus fincas en las debidas condiciones para no crear situaciones de riesgo que afecten a los bienes y las personas situadas en las propiedades próximas.

Desde el Concello se actuará en los casos en los que sea necesario para garantizar el cumplimiento de esta medida, y se contempla la imposición de multas con una cuantía entre 300 y 6.000 euros, que podrán ser reiteradas hasta que se cumpla con la normativa.

En este sentido, el gobierno local inició más de 170 expedientes a personas que no mantenían sus fincas limpias, con un claro aumento del 70% respecto al año anterior.

Control necesario

Desde el gobierno municipal quieren hacer llegar a todos los redondelanos la importancia de que mantengan sus fincas limpias de maleza porque eso supone una garantía que evita que en caso de incendio este no se propague. "Consideramos por ello que es necesario un control como el que se está llevando a cabo para que el próximo verano podamos todos estar tranquilos", señaló Amoedo.

En concreto, se exige que las parcelas se mantengan libres de masa vegetal que pueda incendiarse o transmitir el fuego y proceder a la tala de árboles considerados de riesgo (eucaliptos y pinos) situados en la proximidad de las viviendas en una franja de seguridad suficiente para evitar que su caída o incendio afecte a las propiedades colindantes.