Quince percebeiros del sector a flote de Baiona se quedaron ayer sin producto que vender tras su jornada de trabajo. Agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia de la Consellería do Mar les decomisaron a las once de la mañana en Cabo Silleiro la mercancía, en torno a 50 kilos en total, y los denunciaron por acudir a las rocas a pie en lugar de hacerlo a bordo de sus barcos sin que existiese ninguna alerta por mal tiempo. Indignados ante lo que consideraron "un ataque" y un "abuso de poder de la Xunta en connivencia con la patrona mayor", los mariscadores irrumpieron por la tarde en la subasta, que se celebró custodiada por la Guardia Civil por segunda vez en un mes. Gritos de "dimisión" y abucheos dirigidos a la máxima representante del pósito, Susana González, caldearon de nuevo el ambiente en la lonja, donde no se llegó a comercializar ni un kilo de crustáceo. Fue retirado de los mostradores al desplomarse los precios, después de que los mayoristas se marchasen sin comprar nada.

Hace tan solo cuatro días que la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez Carballo, instó a los percebeiros críticos al diálogo tras concentrarse un centenar de ellos ante la Delegación de la Xunta en Vigo. Así que los mariscadores se tomaron la intervención de los guardacostas de la Xunta como una "provocación". "No sabemos qué pretenden, o que se muera alguien o llevarnos a la ruina", señalaban ayer.

Tal y como expusieron el pasado viernes a la jefa territorial de la Consellería do Mar, los mariscadores insisten en que no existe ninguna normativa que les impida nadar para acceder a las rocas con seguridad o faenar por tierra en caso de condiciones meteorológicas y marítimas adversas. Recuerdan que la Ley de Navegación Marítima establece que son los patrones y la Capitanía los únicos que pueden decidir si las embarcaciones salen o no al mar, no ninguna administración. De ahí que su abogado, Alberto Muñoz, considera las actas de infracción e incautaciones de ayer "abusivas, desproporcionadas y arbitrarias". "Es inaudito", apunta el letrado, "que se requise marisco que no es ilegal, sino que ha sido extraído por percebeiros con sus licencias en regla en base a un plan de explotación, no por furtivos".

En este sentido, los percebeiros se negaron a firmar las denuncias, mostraron su malestar a los guardacostas e incluso requirieron la presencia de la Guardia Civil en Silleiro tras los decomisos para denunciar el "atropello". "Nos tratan como ilegales cuando pagamos nuestros impuestos y cumplimos nuestro plan de explotación, que dice que podemos trabajar por tierra si el mar no vale. Aunque no se había señalado alerta, hoy había olas de dos metros y medio, así que decidimos ir todos juntos a pie y tenemos autorización de la Capitanía", explicaban.