Los vecinos de la Subida Mouriño van a tardar en olvidar este año. Después de padecer durante tres meses el cierre de la calle tanto al tráfico rodado como a los peatones por la caída de un talud del lateral de la autopista en Chapela, ahora el vial permanece cortado de nuevo durante esta semana debido a la rotura de red del alcantarillado.

Esta situación mantiene casi incomunicados a decenas de residentes del barrio de Cidadelle, en la zona alta de la parroquia, que se ven obligados a dar un rodeo de más de un kilómetro a través de un laberinto de estrechos viales para llegar a sus casas, al igual que ocurrió antes del pasado verano hasta que se reparó el talud. A este problema se suman las molestias que padecen desde hace meses por los ruidos de las obras de construcción de los nuevos carriles de la AP-9, ya que en esta zona fue necesario retirar muchas rocas y los vecinos de los barrios de Cidadelle y Río Frío denunciaron que los trabajos nocturnos les impedían conciliar el sueño.

El nuevo corte de la calle se produjo a principios de la semana tras producirse una avería en la tubería del saneamiento. El colectivo de vecinos critica ahora que cuando se reparó el talud y permaneció tres meses cortada la calle no se aprovechara para renovar esta red, y creen que la rotura se produce por la antigüedad de la canalización y por el continuo paso de maquinaria pesada y camiones por el vial en los últimos meses. En este sentido lamentan la falta de previsión del Concello por no renovar la red en su momento, una cuestión que ya advirtieron incluso por escrito desde la Asociación de Afectados por la Ampliación de la Autopista.

La previsión de la empresa que ejecuta las obras es que se terminen hoy los trabajos para que la calle pueda reabrir al tráfico el fin de semana. Sin embargo las labores continuarán en la zona de la intersección con la Avenida de Redondela, donde se procede a la ampliación del puente de la autopista con la incorporación de los dos tableros laterales para los nuevos carriles.