La escasa documentación sobre la capilla sugiere que pudo haberse construido sobre un boceto de Antonio Palacios, aunque son diversas las voces que lo desmienten. El también arquitecto Antonio Soliño, miembro del Instituto de Estudos Miñoráns, está convencido de que no es de su autoría. Afirma incluso que podría enmarcarse en el estilo regionalista que siguió el célebre urbanista, pero no en su corriente inspirada en el románico, sino en otra de tendencia barroca. De hecho, constata que existen dos obras en Monte Lourido con esas características, encargadas por los hermanos Lemos -los indianos que urbanizaron praia América y promovieron edificaciones como las Escolas Proval- al arquitecto Antonio Cominges Tapias y con licencia de 1936, cuatro años después de la construcción de la ermita del Carmen.

De pequeñas dimensiones, con una superficie de 52,02 metros cuadrados, la capilla presenta una planta de una sola nave rectangular con ábside también rectangular y fachada con escasa ornamentación. Su valor arquitectónico es, a juicio de Soliño, "muy escaso", aunque sí goza de valor sentimental entre los nigraneses.