Un porriñés del barrio de Quintela, en la parroquia de Pontellas, lamenta la pérdida de más de 60 vides de uva blanca y tinta a causa de un insecticida que alguien roció sobre un lateral de su plantación en una finca de 4.000 metros cuadrados. Aunque hace un año que se produjeron los hechos, este porriñés confiaba en que las vides se recuperasen pero no ha sido así.