Nuevo frente en el ya permanente conflicto del transporte público en Gondomar. Los más de dos mil vecinos de las parroquias de Morgadáns y Chaín se han quedado temporalmente sin autobuses para regresar desde Vigo. Los autocares de Melytour, la compañía concesionaria de la línea, los dejan en la estación de Gondomar desde el jueves, día en que arrancó la segunda fase de las obras de humanización de la Rúa Emigrante. El Concello ha cortado este vial para llevarlas a cabo y ha desviado el tráfico por la Rúa Pereiras, a la que ha dotado de forma provisional de doble sentido. La empresa se niega a llevar sus vehículos por esta calle porque asegura que no caben, mientras que el Ayuntamiento envió ayer mismo un escrito a la Dirección Xeral de Mobilidade de la Xunta para que le abra un expediente y la sancione por incumplimiento de horarios e itinerarios.

Las quejas de los usuarios se han desatado desde el viernes, tanto de palabra como por escrito, según afirma el alcalde, Francisco Ferreira. Los afectados, explica, toman el autobús en Vigo para regresar a sus casas y se ven obligados a bajarse en la estación porque el conductor les informa de que no sube hasta Chaín y Morgadáns. Así que, para llegar a sus domicilios, deben llamar a un taxi o a algún familiar o amigo que los recoja en la villa.

Sin consenso

La compañía insiste en que los autocares no pueden pasar por el desvío y por ello ha suprimido temporalmente los siete viajes que realiza desde Gondomar a Morgadáns por Chaín de lunes a viernes, los dos de los sábados y el único de los domingos. Su gerente, Fernando García Fontán, asegura que se ha realizado una prueba "diante dun funcionario", que demuestra que "os coches tocan tanto na parte dianteira como na traseira ao subir". "Romperiamos os chasis dos autobuses se os levasemos por aí", recalca el responsable de la empresa, quien critica que el gobierno municipal lo informase por escrito del corte de la Rúa Emigrante con un solo día de antelación, "en lugar de plantexar o problema con tempo para poder buscar unha solución de consenso como fan todos os concellos cando se presenta unha situación coma esta". En cualquier caso, aclara que la firma mantiene los trayectos completos de ida a Vigo porque "ao baixar, os coches só tocan na parte traseira".

Para el alcalde, la argumentación de la empresa, es "un pretexto que esgrime para non facer o servizo". Ferreira considera "inxustificada a excusa". Recuerda que "outros transportes pesados e escolares como o de Galisur ou Autos Grova si fan uso da vía alternativa da Rúa As Pereiras".

En este sentido, el gerente de Melytour recuerda que los autobuses escolares son más pequeños que los de línea regular. "Miden dez metros e si entran. Os nosos miden trece e non poden pasar. Non nos podemos arriscar. ¿Quen respondería dos danos?", se pregunta.

Plan metropolitano

Mientras tanto, los usuarios de las citadas parroquias se suman a la lista de perjudicados por el histórico conflicto de competencias que mantienen las dos concesionarias de las líneas que comunican el municipio con Vigo, ATSA y Melytour. Una situación que impide a la primera entrar en el casco urbano de Gondomar y la obliga a dejar a los pasajeros en Mañufe y a la segunda llegar hasta la estación de Vigo, por lo que sus usuarios deben apearse en las paradas viguesas de Areal o Travesas.

El asunto podría quedar resuelto en cuanto Gondomar se integre en el plan de transporte metropolitano de la Xunta. El Concello es el único del área de Vigo que todavía no forma parte de ese proyecto, por lo que sus vecinos no pueden beneficiarse de los descuentos en los billetes y de la gratuidad para los menores de 18 años. El alcalde ha solicitado hasta tres veces la integración y ha propuesto el traslado de la parada de Mañufe a la entrada del casco para solventar las incomodidades de los usuarios, pero todavía está pendiente la respuesta del Ejecutivo gallego.