Los grandes incendios forestales que afectaron este verano al municipio de Arbo han puesto en peligro los cauces de varios ríos, de ahí que se haya actuado con la máxima premura por el grave riesgo de desbordamiento que podría provocar la caída inminente de la vegetación quemada. En estos momentos, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, trabaja en la reparación de los daños provocados en las cuencas de los ríos Deva, Cea y Lamas en Arbo y Termes en As Neves, en coordinación con personal de la Consellería de Medio Rural y de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia que dirige las labores de restauración de los montes más afectados. Son un total de 30 operarios los que trabajan en estas actuaciones que fueron licitadas por 275.000 euros y que se prevé que estén rematadas a finales de este mes de noviembre.

Precisamente, en As Neves padecieron varios cortes de agua en septiembre a causa de las cenizas acumuladas en sus montes tras el incendio de agosto que, arrastradas por las lluvias, llegaron al río Termes, del cual procede más del 80 por ciento del agua que aprovisiona la estación de agua potable de As Neves.

Además, como complemento a estos trabajos se ha procedido también a la reparación de las márgenes más erosionadas y a la ejecución de defensas en aquellos puntos más sensibles que podrían provocar, en momentos de intensas lluvias, avenidas o desbordamientos en las zonas colindantes.

"Estas actuaciones de restauración de los cauces han sido realizadas atendiendo a los criterios de las consellerías de Medio Rural y de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, con el ánimo de conseguir la mayor eficacia y coordinación en las intervenciones, para garantizar el respeto al medio ambiente y la rápida recuperación de las zonas más afectadas", señala el presidente de la CHMS, Francisco Marín.

Obra de emergencia

Marín y el alcalde de Arbo, Horacio Gil, visitaban ayer las obras que se están realizando sobre el río Lamas en el lugar de Os Eidos de Arriba, contempladas ya tras los temporales de inicio de año y que luego de los incendios se convirtieron en una actuación de emergencia. Allí, se está mejorando la capacidad de desagüe del puente que cruza el río mediante marcos de hormigón prefabricado de 2,5 metros de ancho por 2 metros de alto con una longitud de 10 metros. Trabajos de drenaje transversal que hicieron necesario cerrar al tráfico la carretera que lo atraviesa, situación que se prolonga desde las intensas lluvias producidas los primeros meses del año. "Se trata de la antigua carretera PO-400, la vía principal de la parroquia de Sela, la cual soporta un importante tráfico y que hemos tenido que cortar, dando servicio por otro lado", explica Gil.

Esta obra de drenaje ya se enmarcaba dentro de un convenio firmado hace unos meses entre la Confederación y el Concello, por importe de 100.000 euros, en el que se incluyen diversas obras de reparación y mejora de las infraestructuras afectadas por los temporales.

Estas son: la reparación de la pasarela peatonal sobre el río Fonte María, en el paseo fluvial del Miño y la construcción de una nueva de madera sobre el arroyo situado en el paseo fluvial del río Deva. Ambas están pendiente aún de licitación, junto con las actuaciones complementarias de reutilización de la Pesqueira do Frade como mirador sobre el río, entre el Puente Internacional y el arroyo Fonte María, y la mejora de los accesos al mismo para facilitar su uso a los ciudadanos.