Los más de 100.000 negativos que conforman el trabajo de dos décadas del fotógrafo redondelano Carlos Alonso Martínez ya forman parte del archivo audiovisual del Concello de Redondela. La colección ha sido adquirida al autor por la Concejalía de Cultura después de encargar un estudio de valoración de todo el material, que comprenden las imágenes realizadas por el estudio fotográfico de Alonso Martínez -más conocido por el pseudónimo de Fotsca- desde el año 1972 hasta principios de los años noventa.

El principal valor de esta colección es que supone un importante testimonio del último cuarto de siglo XX en Redondela, ya que recoge buena parte de la vida de los vecinos de la villa y sus parroquias. Las fotos abarcan todo tipo de escenas, desde fiestas populares como el Entroido y los Maios, paisajes urbanos y rurales, trabajos marineros y agrícolas, costumbres y oficios tradicionales, procesiones y actos religiosos como matrimonios, comuniones o bodas de plata y oro, entre muchas otras. Por tanto, es un testimonio gráfico de los acontecimientos tanto íntimos como públicos de la villa durante ese periodo.

La edil de Cultura, Teresa París, señala que la importancia de esta colección está en el hecho de que "recoge los actos cotidianos y extraordinarios, los paisajes y las gentes durante un largo periodo de tiempo, lo que permite plasmar la evolución de las tradiciones y costumbres, los cambios en los paisajes rurales y urbanos o reflejar los quehaceres de las gentes, por lo que conforma una panorámica amplia, completa y de enorme valor", explica.

Las gestiones para adquirir la colección se iniciaron hace más de dos años, cuando el departamento de Cultura estaba dirigido por Julio Alonso, y se consiguió materializar ahora al alcanzar un acuerdo con el autor tras aceptar una valoración realizada por un experto, que tasó el archivo en 6.000 euros.

En el informe se especifica que el valor de este conjunto de imágenes radica en su importancia como testimonio de la vida en la villa, por su volumen al alcanzar los 100.000 negativos, su continuidad en el tiempo y la conveniencia de que la colección no se pierda y pueda ser consultada o estudiada como un servicio público.

Tras la adquisición, la edil señala que ahora queda por delante una importante labor de digitalización y clasificación de todo el material que se tardará años en completar con el fin de que pueda ser consultado por todos los ciudadanos a través de la web.