Esas piedras que encontramos en los ríos para atravesar su lecho de lado a lado y que se denominan en la comarca "pasos" o "poldras" están considerados los primeros puentes conocidos y su origen está en el Neolítico. En el Condado-Paradanta existen numerosos ejemplos y el investigador ovetense afincado en Covelo, Maximino Fernández Sendín, los ha estado estudiando durante cinco años. El resultado de su trabajo lo ha publicado en el libro "Poldras, pasos, pasadeias. Reminiscencias del Neolítico".

La mayoría de ellos no están señalizados ni figuran en los folletos turísticos. "Muchas personas por el nombre de pasos o poldrás no se da cuenta de qué son, aunque cada vez son más los que hacen rutas de senderismo y los conocen", comenta el escritor.

Existen ejemplos de ellos en todo el mundo, en los cinco continentes, y tienen origen prerromano. "Formaban parte ya de los caminos indígenas. Muchos de ellos pueden tener 3.000 años".

Este historiador ha concluido que son los primeros puentes del ser humano. "Son una auténtica reliquia y merecerían toda la atención, señalización y cuidado y, sin embargo, muchos de ellos están tirados en el lecho del río por desconocimiento", explica Fernández Sendín.

Estes pasos o poldras están construidos justo en la parte más ancha del río. "O bien en un punto natural donde es más ancho, o sino se excavaba artificialmente para hacerlo más ancho con el propósito de que el agua tardase más en cubrir esas piedras. Además, en muchos casos, también se hacían presas para que el agua tardase más en taparlos", señala el escritor.

Su último libro cotienen 146 fotografías de estos puentes primitivos y se centra, sobre todo, en los pasos existentes en el ayuntamiento de Covelo, donde reside actualmente, en la casa-museo Pazo da Cruz. En este municipio ha encontrado doce pasos y once de ellos los ilustra con fotografías. "El Concello de Covelo es uno de los que más pasos conserva, porque existen en el río Tea, en su parte alta, algunos casi en el naciente, y esta circunstancia ha permitido que se conservasen por estar sepultados y algunos llenos de maleza; otros en cambio están en la parte baja", asegura el investigador.

En el Concello de Mondariz Balneario y de Mondariz existen los pasos de Troncoso y de Vilar. "Estos últimas conducían hasta Pías y posiblemente hasta el Castro de Troña", apunta el investigador, quien asegura que junto a ellos aparecieron bifaces e incluso monedas romanas.

Este estudioso defiende la necesidad de que se señalicen y se haga un inventario de los pasos existentes para ponerlos en valor y evitar que se pierdan. "Pueden considerarse la primera obra de ingeneiría del ser humano", asegura.