Con 102 años recién cumplidos, Elisa Antela Carballo, es la única centenaria de Mondariz Balneario, un ayuntamiento de poco más de 650 habitantes.

La vecina más longeva de la villa termal trabajó en el afamado Hotel Avelino. Allí conoció al metre y se casó con él. Juntos abrieron una tienda en el centro del pueblo con el nombre de Tenda Nova, donde actualmente existe una tienda de antigüedades. Posteriormente se mudaron a otro local, frente a la casa consistorial, y continuaron con el mismo negocio con el nombre de Casa Grandela, donde Elisa trabajó hasta jubilarse.

La edad de Elisa, además de admirable por sus tres cifras, oculta una curiosidad y es que no fue hasta hace unos años cuando su familia descubrió cuál era en realidad. Fue al encontrar el documento del registro de su boda cuando comprobaron que su nacimiento había sido e1 14 de octubre de 1914 y no ese mismo día pero en 1916 como aparece en su DNI.

Actualmente, Elisa vive con su única hija Carmen. Le gusta pasar gran parte del día contemplando la villa por la ventana. Para salir a la calle necesita una silla de ruedas y en casa se mueve con ayuda de un bastón y la fuerza de su hija.

Sopló las velas sobre una tarta casera y arropada por buena parte de su familia. Su hija Carmen, su yerno Antonio, sus nietos Elisa, Antonio y Jorge y tres de sus cinco bisnietos: Marta, Claudia, Nicolás, Roque y Antonio.