Los problemas causados por las obras de ampliación de la AP-9 en el puente de Rande, en la zona de Cabanas (Trasmañó), obligó ayer a la empresa concesionaria Audasa y a las constructoras a paralizar los trabajos en ese punto hasta buscar una solución para los vecinos.

Los residentes de esta zona, cuyas viviendas se encuentran literalmente pegadas a la nueva estructura viaria, están hartos de los continuos ruidos y molestias que les causan los trabajos en el puente, aunque la gota que colmó el vaso se produjo el jueves por la tarde, cuando se trasladaron varias piezas metálicas de grandes dimensiones con una grúa por encima de las casas sin previo aviso y sin ningún protocolo de seguridad. Además del peligro ante un posible accidente, las enormes piezas vertieron aceite y tierra sobre los tejados y los vehículos aparcados en la zona. Ante esta situación los vecinos avisaron a la Policía Nacional, que acudió al lugar para levantar acta de los hechos, y también a los responsables municipales y a la Asociación de Afectados por la Autopista.

Según indicó el portavoz del colectivo de afectados, Francisco Puch, tanto el representante de Audasa como el de la unión temporal de empresas (UTE) que acomete la obra reconocieron que el traslado de las piezas no se estaba realizando de la manera correcta, por lo que acordaron paralizar las obras en este punto hasta corregir la situación.

La asociación de afectados mantendrá el próximo lunes una reunión en el Concello con los responsables municipales y también con los técnicos de la empresa para buscar una solución. Además de reforzar las medidas de seguridad, el colectivo vecinal pide que se ofrezca una alternativa a estas casas que podría pasar por la expropiación "porque van a quedar en muy mala situación, ya que están bajo el alero del nuevo carril del puente". En este sentido, Puch considera que el carril en esta zona se está construyendo más ancho de lo que constaba en el proyecto original, algo que perjudica a los residentes de esta zona "que van a quedar enterrados bajo el viaducto para siempre". Se trata de cuatro casas que se sitúan entre la carretera N-552 y el puente de Rande en el barrio de Cabanas.

La concejala socialista Digna Rivas acudió a interesarse por el problema tanto el jueves como ayer y lamentó que, a pesar de ser avisados los responsables municipales, no acudiese ningún miembro del gobierno local para conocer de primera mano la problemática que afecta a estos vecinos.