| El tramo nigranés de la PO-325 estrenó ayer su tercer paso de peatones en una semana. La Axencia Galega de Infraestruturas de la Xunta lo habilitó ayer, tan solo tres días después del pintado de los dos reclamados en Panxón y al cumplirse una semana de que sus dirigentes se reuniesen con vecinos y con el alcalde de Nigrán, Juan González, que solicitó este otro. "En todo o tramo de Torrente Ballester, de preto de 700 metros entre A Ramallosa e Lourido, non existía ningún; era unha vella demanda que, coa chegada das eleccións, ao fin se cumpre", recalcó el regidor.