Hace tan solo unos meses que desaparecía del paisaje nigranés el último vestigio de la mítica discoteca Vanitas, uno de los principales referentes de la movida viguesa. La Xunta había ordenado la demolición total de sus ruinas en octubre de 2013, tras caerse parte de su estructura por abandono tras más de una década sin actividad. Pero el peligro de desplome sigue presente en la parcela, ubicada en plena Avenida Val Miñor, en la PO-552. Y con riesgo para viandantes y conductores. Las fuertes lluvias de la madrugada de ayer lo pusieron en evidencia. Parte del muro perimetral cedió sobre la principal travesía de Nigrán y los escombros invadieron uno de los carriles de circulación en torno a las 6.00.

El incidente no causó daños mayores. Las tareas de limpieza por parte de los operarios municipales obligaron a cortar parcialmente el vial durante tres horas y se registraron retenciones de tráfico, regulado por la Policía Local.

A primera hora de la mañana, el gobierno municipal se ponía en contacto con la empresa encargada de la demolición del inmueble y con los propietarios del terreno para requerirles que agilicen los trabajos para estabilizar la pared. "Hai que actuar canto antes porque existe un risco", indicó el alcalde, Juan González, quien recibió el compromiso de los dueños de la parcela de "retirar nos vindeiros días o tramo que quedou en pé como medida de prevención".

Las intensas precipitaciones ocasionaron diversas incidencias en la comarca, como la inundación de garajes y bajos y anegamientos en diversos viales.