El interior del colegio Doutor Suárez de Fornelos parecía ayer más una piscina que un centro escolar. Los pasillos, aulas, salón de actos, gimnasio y resto dependencias amanecieron completamente cubiertas de agua debido a las filtraciones producidas por la ausencia de cubierta en el edificio, al coincidir las primeras lluvias fuertes tras el verano con las obras de sustitución del tejado.

La situación obligó ayer a la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria a suspender las clases en este centro educativo, a pesar de que los padres ya habían acordado en una reunión previa que no enviarían a sus niños al colegio mientras los obreros estuviesen trabajando en la cubierta ante el posible riesgo de accidente para los alumnos.

La Xefatura Territorial de Educación analizaba ayer la situación, a través de los servicios de la unidad técnica e inspección, para garantizar la vuelta a las aulas con la máxima seguridad para la comunidad educativa. Entre otras opciones, señalaron que se valora el traslado del alumnado a otras partes del centro menos afectadas, siempre después de rematar los trabajos de limpieza y acondicionamiento necesarios tras el incidente de la pasada noche.

Mientras se espera a la decisión de la consellería, la dirección del CEIP Doutor Suárez realizaba una valoración de los daños. El responsable del centro, Jesús Martínez, señala que serán cuantiosos puesto que además de los falsos techos de casi todas las clases y pasillos, también hay afectados ordenadores, proyectores y material escolar", lamenta. Tanto el profesorado como un grupo de padres ayudaron durante la mañana a sacar de las instalaciones escolares el material electrónico para evitar que se deteriorara más, puesto que las goteras no cesaban en todas las dependencias.

La presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos, Sonia Alvariño, expresaba el malestar de toda la comunidad educativa puesto que ya habían advertido el día anterior que se inundaría en centro y no se tomó ninguna medida. "Mantuvimos una reunión con la dirección del centro, el jefe de obra, la inspección técnica y un mediador de Educación y les dijimos que no se podía dejar el tejado con unos plásticos de invernadero ante la previsión de fuertes precipitaciones, pero nos contestaron que estuviésemos tranquilos, que no pasaría nada. Y ahora vemos lo que hay, esto es un desastre que no sabemos cuánto tardarán en arreglar", apunta.

Los trabajos empezaron el pasado día 15 de agosto con la previsión de rematar la obra a finales de este mes, aunque desde la empresa ya reconocen que este contratiempo obligará a retrasar los plazos. Las obras cuentan con un presupuesto de 122.000 euros y afectan a todo el tejado, un total de 1,571 metros cuadrados. La nueva cubierta será moderna, de panel tipo sándwich y canalones de recogida de aguas. Con este cambio se mejorará la eficiencia energética y el asilamiento térmico del colegio, que cuenta con 27 alumnos de Infantil y 56 de Primaria.

Educación exigirá ahora el arreglo del interior y el material afectado a la empresa constructora.