La temporada de baño se prolonga en Galicia, pero las playas de Baiona y Nigrán afrontan el caluroso inicio de septiembre sin socorristas. Pese a que las altas temperaturas podrían superar hoy mismo los 35 grados y mantienen en alerta naranja la costa pontevedresa, los arenales miñoranos carecen del servicio de salvamento, que sigue funcionando en municipios próximos como Vigo o A Guarda. Los 26 vigilantes que prestaron actividad durante en julio y agosto en la comarca finalizaron su contrato con la Mancomunidade do Val Miñor el pasado jueves y el organismo supramunicipal no puede afrontar gastos extra, según asegura su presidente, Juan González, alcalde de Nigrán.

El regidor nigranés lamenta la situación. Admite que "a figura dos socorristas faise imprescindible, especialmente porque as praias seguen masificadas, pero a Mancomunidade puxo en marcha un plan de saneamento económico por déficit e as súas arcas non dan para máis". El ente ha despedido recientemente a dos trabajadores por ese motivo, "así que non é posible adiar os contratos dos vixilantes", dice.

González recuerda que los recortes de la Xunta en materia de ayudas para la incorporación de profesionales de salvamento han reducido su presencia en los arenales a dos meses, igual que el año pasado.Y aprovecha para reclamar al Ejecutivo gallego el incremento de las ayudas el próximo verano, "aínda que descoñecemos se para entón os trámites correrán a cargo da Mancomunidade do Val Miñor ou da Área Metropolitana de Vigo". En cualquier caso, solicita al Gobierno autonómico que estas partidas lleguen antes de que comience la época estival. "Este ano tivemos que arriscarnos e contratar 26 persoas sen saber sequera a canto ascendía a achega", explica.

En estas circunstancias, González hace un llamamiento a la "prudencia" de los bañistas y les pide que "extremen as precaucións".