La plaga del nematodo y el estado de quemado, hace que la madera ardida en el último incendio que afectó a la parroquia de Ribadetea se pueda llegar a perder o, en el mejor de los casos, venderse a precios muy bajos, "casi regalada", apunta José Amoedo, presidente de la Comunidad de Montes. "Al estar en una zona afectada por la plaga del nematodo tenemos limitaciones en la tala, por lo que ahora habrá que esperar a que nos den permiso para poder cortar". En este sentido, Amoedo señala que al pasar tiempo, muchos particulares "lo dejarán y la madera se llegará a pudrir". No obstante, aquella que se pueda llegar a vender se hará a precios muy reducidos, perdiéndose importantes ganancias.

El incendio que se produjo la pasada semana arrasó con 15 hectáreas de monte arbolado, del cual el 90% eran propiedades privadas. Amoedo explica que "pudo haber sido mucho peor", refiriéndose a que afectó a una zona de plantación de pino viejo, de más de 50 años, de ahí el color negro e intenso del humo que llegaba a visionarse desde el Baixo Miño, y no a las nuevas plantaciones, "lugar en el cual no tenemos las pistas limpias debido al retraso en la resolución de las subvenciones de prevención de incendios que concede la Xunta". En este sentido, se suman a lo denunciado días atrás por otras comunidades, "tenemos las manos atadas porque si limpiamos nosotros por nuestra cuenta perdemos el derecho a esas ayudas y si estamos a la espera nos arriesgamos a que pueda venir un incendio que lo arrase todo". En esta línea, desde la Comunidad solicitan "que al menos nos den la autorización para poder limpiar".

En la zona quemada estaban todas las pistas limpias, trabajos realizados por cuenta de la Comunidad, de ahí que "el fuego no fuese a más", no obstante las llamas llegaron a cruzar una carretera y a poner en peligro algunas viviendas de los barrios de Viña Vella y Barronca, aunque finalmente no se produjo daño alguno. En la extinción del incendio también participaron los propios vecinos que hicieron frente al fuego con "batelumes", actuación muy agradecida y aplaudida desde la Comunidad, "valoramos enormemente que haya personas activas y con espíritu de ayudar".

Este es el primer incendio que afecta a los montes de Ribadetea en lo que va de año. La zona dañada nunca había sido quemada, sí lo fuera el año pasado otra área del monte, en un fuego que calcinara más de 50 hectáreas de eucalipto.