El embalse de Eiras, que surte de agua a Vigo y buena parte de su área metropolitana, se encuentra al 81,82% de capacidad, según datos registrados el martes 30 de agosto y que se actualizan cada semana.

La prolongada sequía que está caracterizando este verano en las Rías Baixas parece no hacer mella en las reservas del embalse del río Oitavén, que mantiene ocupados 18 de sus 22 hectómetros cúbicos de capacidad.

No obstante la presa situada en Fornelos de Montes perdió un 4% del agua embalsada en la última semana de agosto, y a lo largo de ese mismo mes se deshizo de tres hectómetros cúbicos, pues partía de 21, después de que a mediados de julio sus reservas todavía se mantuvieran al máximo.

Esta situación de "lleno" en Eiras se venía prolongando desde el mes de marzo. Poco antes, a mediados de febrero, se produjeron las fuertes lluvias que causaron derrumbes e inundaciones en la comarca. Las precipitaciones no cesaron hasta el fin de la primavera.

Por paradójico que parezca, la situación dista de ser anómala. La media del embalse de Eiras en los últimos diez años, a finales del mes de agosto, es del 82,27%, apenas unas décimas por encima de lo registrado anteayer por los técnicos de Augas de Galicia. En la misma semana de 2015, estaba al 77,27%.

El año pasado sí fue excepcional por las lluvias que cayeron en septiembre. A finales de ese mes, el embalse de Eiras volvió a estar al máximo de capacidad. No es lo normal a la vista de la media de la última década: las sequías suelen derivar en un descenso de reservas de agua ya en otoño e incluso en los primeros meses del invierno.