Las aulas del Instituto de Ensino Secundario Val Miñor de Nigrán recibirán a sus alumnos este mes de septiembre sin que se hayan resuelto aún los problemas de aislamiento que sufren desde hace años y han contribuido a deteriorar los paneles de fibra de vidrio del falso techo que, según advirtió la Inspección de Trabajo de Pontevedra en un informe hace ahora un año, desprenden partículas nocivas para la salud.

La Consellería de Educación, que el pasado mes de junio comprometió una inversión de 215.000 euros en la sustitución de toda la carpintería exterior del edificio, indica que las obras se licitarán "en los próximos días", lo que inicia un proceso que no se resolverá hasta ya iniciado el curso.

"Nos han dicho que el concurso público está a punto de convocarse y que, teniendo en cuenta los plazos, las obras podrían adjudicarse en unas tres semanas", explica Fernando Lahuerta, director del centro, que se muestra contrariado por el inicio tan tardío de los trabajos, aunque satisfecho por que por fin vayan a realizarse.

"En el arranque del curso habrá que adaptarse y convivir con las obras", acepta Lahuerta, que en vísperas del inicio de las clases empieza a dar vueltas a la manera de afrontar con más comodidad unos trabajos que se prolongarán durante semanas. "Habrá que ir dejando aulas vacías de forma progresiva para que los operarios puedan trabajar", apunta, al tiempo que lamenta que las obras no hayan podido ejecutarse antes.

El cambio de los ventanales del edificio es, sin embargo, solo una primera fase en la renovación de las instalaciones, ya que una vez se concluya su colocación el centro deberá acometer la sustitución de los paneles de fibra de vidrio del falso techo, material catalogado como carcinógeno por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer y considerado como irritante de los ojos, piel y tracto respiratorio.

El instituto cuenta para ello con una partida extraordinaria de 15.000 euros en el presupuesto que le asigna la Xunta y que deberá justificar antes de que finalice el año. "Esta partida nos permitirá reemplazar una parte de los falsos techos, pero no todos, por eso tenemos comprometida una nueva partida el año próximo para sustituir el resto", explica el director del centro.

El IES Val Miñor, con alrededor de 400 alumnos y 36 profesores, tiene una antigüedad de más de 35 años. El deterioro de las instalaciones ha sido el caballo de batalla de la dirección desde hace años, hasta que 22 denuncias individuales de docentes provocó la intervención de la Inspección de Trabajo, cuyo informe convenció a la Xunta de la urgencia de las mejoras.