El Camino Portugués de la Costa ofrece a Baiona la oportunidad de convertirse en destino vacacional también en temporada baja. Así parecen confirmarlo los más de 800 peregrinos que acudieron en busca de información a su oficina de turismo entre enero y julio de este año, una cifra que en siete meses ha conseguido casi igualar los registros anuales de 2014 y 2015 y que permitió a los establecimientos hoteleros de la localidad alcanzar datos de ocupación de más del 40% en meses en los que tradicionalmente casi no se producían reservas.

Los visitantes que se acercan a Baiona siguiendo la ruta jacobea -que la Xunta oficializó el pasado abril- son mayoritariamente foráneos. Los extranjeros, según los datos aportados por la oficina de turismo representan el 76% del total de peregrinos que acudieron en busca de información. Por nacionalidades, la portuguesa es la más frecuente, aunque Alemania, Polonia o Estados Unidos son otras de las procedencias habituales.

Visita guiada

El tramo baionés del Camino, de 9,7 kilómetros, arranca en Baredo y finaliza en el puente románico de A Ramallosa tras atravesar algunos lugares emblemáticos del municipio como la plaza de Santa Liberata o el cruceiro de la Santísima Trinidad. Por iniciativa del Concello, una ruta guiada permitió ayer conocer de cerca el trazado a vecinos y visitantes, que cubrieron todas las plazas ofertadas por la oficina de turismo.