Cuatro años después de la llegada de la avispa asiática (vespa velutina) al Baixo Miño, esta especie, que el Parlamento Europeo reconoció ya como invasora, ha sufrido una evolución de adaptación a su nuevo hábitat tan rápida como sorprendente, según afirman los apicultores de la zona.
Si en 2015, el año de mayor incidencia que se conoce, para encontrar los nidos era necesario observar las copas de los árboles (estaban a más de diez metros de altura), ahora las invasoras han comenzado a construir sus refugios muy cerca de la gente, pegados a parades de casas y en el suelo, lo que incrementa el peligro que suponen.
"Una vez que han llegado, evolucionan y tratan de buscar los mejores lugares, lo que ocurre es que lo han hecho de una forma tan rápida que sorprende", afirma Tomas Rivero, uno de los apicultores del sur de la provincia de Pontevedra que lleva preocupado y trabajando desde el primer momento para evitar que la plaga avance.
Apicultores y Concellos de la franja del Baixo Miño como Tomiño, llevan semanas trabajando en la retirada de nidos, con equipos municipales y Protección Civil, que en algunos casos cuentan con material especial entregado por la consellería de Medio Rural.
La concejala de Medio Ambiente de Salceda de Caselas, Carla Pérez, indica que el trabajo es constante en este municipio. "Nidos primarios se retiraron sobre 7 y secundarios sobre 15, y de los secundarios tres ya estaban hechos en el suelo", afirma la edil. La edil destaca que los apicultores de este municipio, uno de los más importantes en la producción de miel de la zona, informaron de que consiguieron atrapar por trampeo alrededor de 800 avispas velutinas entre ellas muchas reinas "de ahí que en la batalla que estamos llevando a cabo en nuestro municipio se consiguiera mermar la cantidad de nidos este año".
Con todo, en Salceda de Caselas hay 4 nidos de muy difícil acceso. "Aquí son los propios apicultores los que están trabajando con dureza después de que se diera parte a la Xunta pero no vinieron".
La retirada de nidos por parte de la empresa Tragsa, después de activar un protocolo especial, "no está funcionando bien", según denuncia Rivero. "Además, es importante señalar que en los lugares donde el año pasado fueron sacados nidos en horario diurno por parte de la empresa encargada por la Xunta de Galicia y por personas sin experiencia en la materia, el aumento de nidos este año es considerable...", añade este apicultor.
Este apicultor no sabe con exactitud el alcance de la plaga este año, pero cree que desde el año pasado se ha incrementado un 80 por ciento.
La Consellería de Medio Rural ha distribuido entre los Grupos de Emergencia Supramunicipales (GES) 9 equipos de protección individual (EPI) y 7 pértigas que alcanzan los 30 metros de altura, con el objeto de reforzar los medios destinados a la ejecución del Plan de vigilancia y control de la vespa velutina en Galicia.
