La alarmante cercanía del fuego a las viviendas desató una ola de solidaridad ayer en O Viso. Los vecinos más próximos al monte de A Peneda no dudaron en tratar de sofocarlo con cualquier medio a su alcance -mangueras, cubos e incluso palas- y colaboraron con los efectivos de extinción.

Fueron dos horas de angustia en las que se llegaron a repartir mascarillas para evitar el humo. "Fue muy rápido, pero se quemó todo", lamentaba Cristina Bouzón en la panadería del barrio. Como otros vecinos, sostiene que "esto se veía venir" pues el monte no se había limpiado en los últimos meses "ni por la parte de Redondela ni por la de Soutomaior", y había mucha maleza muy seca. Ya con alivio después de que se apagasen las llamas, se pregunta cómo realizarán hoy y mañana la tradicional subida con la santa a la ermita de A Peneda. A las 21.15 horas está prevista la procesión.

Hace diez años sucedió algo parecido. En 2006, el mismo día de la romería de A Peneda ardió el monte. Lo recuerda Carmen, vecina de O Castro, foco del fuego de ayer. "Tiña que ser, estaba todo seco", señala frente a la tierra ennegrecida y todavía humeante. "Debían mandar aos que están no paro a limpar o monte", dice.

"Non houbo maneira"

Uno de los más afectados por el incendio de ayer fue José Ramón Blanco. Su vivienda quedó a unos centímetros de las llamas y no pudo evitar que alcanzasen una caravana en la que guardaba "cousas do despexo, roupa, madeiras". Trataron de apagarla pero "non houbo maneira". Tampoco le extraña porque según se ve en las proximidades que se salvaron del incendio, "está todo cheo de toxo, eu mesmo pelei ao redor da casa hai 15 días". Las cinco personas que conviven en la casa de José Ramón respiran aliviadas.

Mario, otro vecino de O Viso que colaboró en las tareas de extinción, asegura que "unha casa se salvou porque o coche de bomberos puxose diante". Las causas del incendio todavía están sin esclarecer, pero se teme que fuese provocado. También él se pregunta "Quen lle planta fogo ao monte? Como fixeron isto?".