La plataforma Ponteareas Collemos Todos, que aúna a los vecinos y comerciantes contrarios a la peatonalización en la Praza Maior y en las calles Oriente y Esperanza, volvieron a protagonizar el último pleno con sus reivindicaciones para pedirle e incluso "suplicarle" al gobierno local que rectifique y retire las señales de tráfico que prohiben a los vehículos acceder a estos puntos del casco urbano; salvo para carga y descarga treinta minutos por la mañana los días laborables, y para los residentes quince minutos.

El salón se llenó de público y comenzó con normalidad este martes. Sin embargo, tras debatir y cinco puntos. El portavoz de ACIP, Juan Carlos González Carrera, propuso al alcalde, Xosé Represas, avanzar hasta el punto que abordaba la peatonalización para que pudiesen intervenir los vecinos y después irse a casa. Sin embargo, ante la intención del regidor de mantener el orden del día, ACIP optó por abandonar el pleno en señal de protesta, un gesto que siguió el PP, que llevaba al pleno esta temática a través de dos mociones. A ellos se sumaron también los afectados por la peatonalización.

Llegado el turno de mociones, cerca de las 23.30 horas, entraron todos de nuevo a la sesión, oposición y vecinos. El PP retiró otras mociones suyas para tratar la de la peatonalización y, a continuación, habló un representante de la plataforma de afectados cuyo comercio lleva abierto en la plaza más de 40 años. En su intervención señaló que las ventas de junio de su negocio no habían sido tan bajas desde hacía 22 años. Además, se dirigió al gobierno para recordarle que "lo que les pedimos no le cuesta nada al Concello, no es necesaria ninguna inversión, solo que dejen las cosas como estaban". Y es que la plataforma propone que se mantengan doce estacionamientos en la plaza regulados con parquímetro con un límite horario de 45 minutos.

Cuando terminó la intervención del representantes de la plataforma, al filo de la medianoche, el concejal de Comercio, el socialista Mario Lago, se levantó para irse. Cuando abandonaba la sala señaló su reloj e indicó en voz alta que mañana trabajaba. También lanzó besos al público y levantó el puño para expresar: "La lucha continúa".

Tras su marcha, el resto de la corporación siguió con el debate y, con el voto de EU-Son, el gobierno sacó adelante una enmienda a la propuesta del PP para crear una comisión de trabajo en la que abordar la peatonalización con los afectados, partidos políticos, asociaciones de comerciantes, entre otros colectivos.

El gobierno se comprometió a iniciar su constitución a lo largo de la próxima semana, aunque la plataforma teme que no lo cumpla, ya que ese había sido también el compromiso adquirido en el pleno de junio.

Por su parte, la concejala de Seguridad Ciudadana, Vanesa Fernández, insistió ayer en que el acceso a la Praza Maior está garantizado para todos los residentes, comerciantes y demás usuarios. "Lo que se llevó a cabo fue una regulación del tráfico. La peatonalización no impide el acceso a la plaza ni supone el cierre de la misma", aseguró.