El controvertido carril bici entre Baiona y A Guarda será sustituido por un arcén ampliado y destinado a los ciclistas deportivos y una senda mixta para los peatones y cicloturistas después del verano. Así lo anunció la conselleira de Infraestructuras e Vivenda, Ethel Vázquez, durante la presentación del proyecto que reformará la infraestructura de manera integral. El acto coincidió precisamente con el día en que se cumplían cuatro meses del trágico atropello a un pelotón ciclista que acabó con la vida de un vecino de Nigrán y dejó heridos graves a siete de sus compañeros. Un siniestro mortal que lamentó la dirigente autonómica y que, según recalcó, "serviu para que nos xuntasemos todos na procura da seguridade viaria".

El proyecto consensuado por el Ejecutivo autonómico, la Dirección General de Tráfico y la Federación Galega de Ciclismo tiene un presupuesto de 800.000 euros. Se ejecutará tras el período estival y las obras estarán terminadas a finales de año, según las previsiones de la conselleira, que compareció en el Concello de Oia acompañada de la alcaldesa del municipio, Cristina Correa, y el director de la Axencia Galega de Infraestructuras, Francisco Menéndez, quien explicó los detalles de las obras, que afectarán a la totalidad de los 51 kilómetros del carril bici que une Vigo y A Guarda, en tres tramos diferenciados. En todos ellos se reforzará la señalización para advertir a los conductores de la presencia de ciclistas y viandantes y de la distancia de seguridad que deben guardar.

Cabo Silleiro-A Guarda

El tramo más polémico de la infraestructura inaugurada en 2012 con una inversión total superior a los 30 millones de euros, el de la PO-552 entre Cabo Silleiro y A Guarda, cambiará por completo. El actual carril bici, de 3,5 metros de ancho desaparecerá como tal, al igual que los cuestionados bloques de hormigón que lo separan de la carretera. En su lugar, se habilitará un arcén más ancho, de entre 1,5 y 2 metros, diferenciado de los carriles de circulación convencional por una simple línea blanca rugosa y con velocidad limitada a 35 kilómetros por hora, para que lo utilicen los ciclistas deportivos y para que los vehículos a motor puedan parar sin obstaculizar el tráfico en caso de avería.

A su lado, hacia el mar, se creará un espacio de 2,1 metros de ancho, compartido entre viandantes y ciclistas recreativos, que podrán circular a 10 kilómetros por hora sobre un vial que se pintará para diferenciarlo del resto de zonas y que se acotará con separadores de goma espaciados 5 metros entre sí, de manera que permitirán la demandada permeabilidad entre distintas áreas de la carretera.

La PO-552 registrará otras modificaciones como la demolición de las isletas que se convierten en obstáculos para los ciclistas deportivos.

Baiona-Cabo Silleiro

Entre el centro urbano baionés y el faro de Silleiro, el carril bici se estrecha a 2 metros. El proyecto habilitará en ese espacio la senda mixta y el arcén, separados por los elementos de goma espaciados cinco metros entre sí.

A Ramallosa-Vigo

La intervención afecta también al tramo de la PO-325, a su paso por Nigrán hacia Vigo. El área de ciclismo mantendrá el mismo ancho, de entre 1 y 2 metros, aunque se espaciarán también los separadores de goma existentes. Se r dos de cada tres para que queden cinco metros longitudinales entre ellos y resulte más fácil a los ciclistas rebasarlos en caso de necesidad.