Las fiestas patronales de Gondomar culminaron ayer con la jornada en honor a San Antonio, en la que Carlos Riveiro, colaborador de este diario, dirigió las tradicionales "poxas" ante un público de trescientas personas. Se subastaron gallos, conejos, gatos, pájaros, patatas, lechugas, miel, bacalao y hasta jamón. Todo donado por los vecinos para recaudar fondos para la parroquia.