"El desmontaje se hará ya y después procederemos a licitar la concesión de la explotación de este quiosco por un plazo máximo de cuatro años y con un canon anual de 200 euros". Son palabras de Marcelino Coto, edil de Urbanismo porriñés, cuyo departamento tramita estos días el expediente de traslado de uno de los elementos más representativos de la Plaza Arquitecto Antonio Palacios, el quiosco habilitado en la década de 1990, con Xosé Manuel Barros como alcalde, para la venta de prensa y golosinas, y que desde hace ya varios años se encuentra en desuso. Se trata de un traslado que el gobierno local presentó en el pleno municipal del pasado mes de junio y que la oposición rechazó por no compartir la conveniencia de la nueva ubicación, por lo que ahora se llevará a cabo a través de un decreto de alcaldía. "Nuestra intención era licitar la concesión por un período de diez años y buscar la transparencia y la aprobación del pleno, pero dado que la oposición en este municipio es la del no por no, bajaremos la concesión a cuatro años, siendo posible en este caso efectuar la licitación del servicio a través de la firma de la alcaldesa", asegura el propio Coto.

El concejal de Urbanismo argumenta que "el deterioro sufrido por esta instalación supone un riesgo para los vecinos y sobre todo para los niños y niñas que juegan diariamente en esta plaza y supone también un estorbo para la organización de eventos en la misma". Continúa Coto afirmando que con la nueva ubicación "en el parque infantil situado enfrente de la Iglesia parroquial, conseguimos colocar el quiosco en un sitio de paso de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago, pudiendo sellar ellos sus credenciales y posibilitando una vía de ingreso adicional para la persona que resulte adjudicataria, además de la tradicional venta de prensa y golosinas".

Para Marcelino Coto esta medida no solamente "permitirá dotar de provecho a una instalación actualmente peligrosa y en desuso, sino que liberará de trabajo a determinado personal funcionario del Concello que en muchas ocasiones debe atender a los peregrinos y dejar de realizar otras funciones más acordes con su trabajo". Con la nueva ubicación "podremos aprovechar para mostrar folletos y publicaciones de interés relacionadas con el Concello a todas las personas que vengan de fuera", concluye el propio Coto.