Ayer se fue una de esas personas que hacen pueblo. Un símbolo para el municipio de Gondomar. Un gran amigo, casi un hermano. José Cabaco Lago fue para mí todo eso y más, ya desde la infancia. Estoy seguro que todos los gondomareños que lo conocían -la mayoría como "Barrabí"- lo recordarán con cariño y admiración. Crecí junto a él y sus hermanos, que trabajaron en la fábrica de mi padre, Gaseosas Sestelo. Lo vi progresar después como empresario. Su camión fue el primero que se vio en el municipio hace más de sesenta años. Repartía patatas y vino a domicilio y creó más tarde un almacén, hasta que se jubiló en la venta de pescado. Colaboró en todo. Fue alcalde de barrio, participó en comisiones de fiestas, conquistó a los aficionados al balompié en las filas del Gondomar CF con la técnica y agilidad de los futbolistas de baja estatura. Como las mejores esencias, Pepe concentraba un corazón inmenso en frasco pequeño. Una bonhomía aderezada con una retranca que lo convertía en el mejor de los anfitriones. Hasta siempre amigo.

*Exalcalde de Gondomar