La peor noche de su vida a los 78 años. Un vecino de Nigrán permaneció casi veinticuatro horas atrapado en unas zarzas tras despeñarse por un terraplén camino a casa, cuando regresaba de trabajar en el campo con su hijo, que no se percató del accidente. La Guardia Civil lo halló durante la tarde de ayer tumbado en medio de la maleza a 500 metros de su domicilio. Tan solo presentaba contusiones ocasionadas por la caída y arañazos producidos por la vegetación.
El septuagenario, J.C.P. , había desaparecido durante la tarde del lunes. Su hijo le perdió la pista durante el trayecto de vuelta al domicilio familiar, en el Camiño de Cea. Habían compartido una tarde de tareas en una finca y regresaban para descansar. Su descendiente iba delante y conducía un motocultor, así que el ruido del motor le impidió darse cuenta del incidente.
Fue al llegar a casa cuando se encontró solo y trató de localizarlo por el entorno sin éxito. Un grupo de vecinos y amigos se sumaron a la búsqueda, que se prolongó durante toda la madrugada por los montes de la zona sin rastro del hombre. La tensión crecía conforme pasaban las horas, dado que el accidentado sufre dificultades para caminar.
La familia decidió denunciar la desaparición ayer al mediodía en el puesto principal de la Guardia Civil de Baiona-Nigrán, que puso en marcha de inmediato un operativo de rastreo con tres patrullas, en el que participaron también agentes del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) Val Miñor y voluntarios de Protección Civil.
Dos guardias civiles lo encontraron a las 16.50 horas tumbado entre las zarzas en una zona accesible próxima a su domicilio. Era la segunda vez que los agentes pasaban por el lugar y se percataron de su presencia al escuchar unos gemidos. J.C.P. se encontraba en en estado de shock tras la tensión acumulada de una noche entera inmovilizado y registraba únicamente diversos golpes y rasguños.
La vegetación cubría el cuerpo del afectado y el GES tuvo que des brozar el entorno para poder rescatarlo. Finalmente, una ambulancia del 061 acudió al lugar. Los sanitarios lo atendieron y, tras confirmar que no padecía afecciones graves, lo trasladaron a Povisa para un examen completo.
El suceso se produjo tan solo un mes después de que otro septuagenario de la parroquia gondomareña de Donas fuese también hallado por parte de la Guardia Civil después de pasar la noche perdido en el monte.
