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VAL MIÑOR

Un verano de seguridad sin fronteras

La patrulla hispano-lusa de la Guardia Civil y la GNR refuerza la vigilancia en Baiona y Nigrán y aporta tranquilidad y accesibilidad a los servicios a los turistas portugueses

Los agentes Rui Correia (GNR) y Miguel de Anta (Guardia Civil), ayer en el mercadillo de Sabarís. // R. Grobas

"Bom dia agente! Que faz você em Espanha?". Es una de las principales preguntas a las que ha respondido en los últimos días el cabo Rui Correia de la Guarda Nacional Republicana (GNR) de Portugal en las playas y paseos de Baiona y Nigrán. Sus compatriotas lo saludan sorprendidos de encontrarlo en su destino de vacaciones y se despiden satisfechos al conocer que forma parte, junto con el agente vigués de la Guardia Civil Miguel de Anta, de la patrulla mixta hispano-lusa que refuerza la vigilancia en la comarca miñorana este verano gracias a un protocolo de colaboración entre los cuerpos de seguridad de ambos lados de la "raia".

Guardia Civil y GNR han puesto en marcha este servicio en las zonas de mayor afluencia turística de la provincia y han reforzado con esta nueva unidad los puestos principales de Baiona-Nigrán y Sanxenxo. La medida se repite a la inversa en el país vecino, con sendas patrullas mixtas en las localidades de Sintra y Faro.

El objetivo es triple. Incrementar la seguridad en puntos que triplican su población durante los meses de julio y agosto, ofrecer un plus de tranquilidad a los vecinos y turistas, dado que el tráfico de portugueses y españoles es cada vez mayor ante la proximidad territorial, e intercambiar experiencias e información clave a la hora de luchar contra la delincuencia en ambos países.

Su principal función en el Val Miñor es disuadir con su presencia de los frecuentes hurtos al descuido de bolsos, tanto por tirones como en el interior de vehículos, que se producen especialmente en las playas y su entorno o en espacios de alta concentración de gente. Tal y como ocurría durante la mañana de ayer en el mercadillo de los lunes de Sabarís, donde los dos agentes recibieron hasta tres denuncias por robo de carteras y participaron en el operativo desplegado por sus compañeros del cuartel baionés para dar con sus autores. Una intervención en la que resultó identificada una joven, cuyo entorno se investiga ante la posibilidad de que actuase con ayuda de otras personas.

A su principal cometido de vigilancia, se suman labores de información y ayuda a los ciudadanos. Un trabajo que adquiere mayor efectividad al superar barreras como la idiomática. Llegar a donde deseen o acceder a cualquier servicio que necesiten ya no será un problema para cualquier ciudadano portugués que se los encuentre. Sobre todo si ha sido víctima de algún delito y se ve obligado a formular una denuncia. "La labor de intérprete es muy importante en estos casos porque la persona afectada afronta la situación con mayor serenidad al coincidir con un guardia que habla su misma lengua", destacan.

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