El gobierno en minoría del PP en Redondela recibió ayer el primer golpe directo del frente común formado por los grupos de la oposición: PSOE, AER, BNG y la edil no adscrita Raquel Quintáns. Las cuatro formaciones, demostrando que la unión hace la fuerza, impidieron que el gobierno local sacara adelante su propuesta de bajada de la plusvalía, además de obligar también a retirar otros dos asuntos importantes, como la modificación en la ordenanza fiscal reguladora de la tasa de recogida de basura y la nueva contratación del servicio de limpieza de edificios públicos.

El gobierno local pretendía aprobar una importante bajada del impuesto de incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana ("plusvalía"), reduciendo progresivamente el tipo impositivo en función del número de años -desde el 30% actual hasta el 15% en algunos casos-, con el objetivo de rebajar la presión impositiva a los ciudadanos en el caso de transmisiones patrimoniales.

Los portavoces de cada uno de los grupos de la oposición aclararon que no estaban en contra de una reducción de los impuestos, pese a obligar a retirar el punto, y cada uno explicó su postura respecto a la propuesta de los populares. El edil del BNG, Xoán Carlos González, señaló que la bajada de la plusvalía "debe salir de una propuesta consensuada por todos", y abogó por una mayor reducción que la planteada por el PP.

El portavoz de la Agrupación de Electores, Ricardo Figueroa, también indicó que no estaban en contra de la bajada de impuestos y tasas, aunque antes piden que se haga "una revisión global de todos ellos para valorar donde se deben recortar", una propuesta que ya presentaron hace cuatro años a través de una moción aprobada por el pleno y que todavía no se cumplió.

El grupo del PSOE justificó su posición al considerar que se debía apostar por una revisión catastral al explicar que la última, realizada en 2006 durante el alza de los precios inmobiliarios, mantiene los valores muy elevados. "Esta medida no solo permitiría bajar la plusvalía, sino también otros impuestos como el IBI", señaló el edil socialista Mauro Álvarez.

La edil no adscrita Raquel Quintáns, apuntó que antes de bajar la plusvalía hay que hacer un estudio que contemple los efectos negativos que pueda tener en el presupuesto.

El posicionamiento de la oposición también obligó a retirar la modificación de la ordenanza fiscal reguladora de la tasa de recogida de basura, donde se pretende establecer dos zonas en función del servicio con cuotas de 71 euros al año para la normal, y de 35 euros para la reducida. En este último caso se retiraría la cuota rebajada para las viviendas situadas a más de 100 metros de los contenedores.