Con una afluencia récord, que el Concello estima en más de 40.000 personas, la festiva noche de San Xoán transcurrió tranquila y sin incidentes graves en el arenal nigranés de Panxón y Praia América, donde un amplio operativo de limpieza se afanó ayer desde las siete de la mañana en retirar el reguero de basura acumulada durante las horas previas.

Dieciséis operarios del departamento municipal de Vías y Obras, tras desalojar de la playa a los asistentes más rezagados, colaboraron con los trabajadores de Cespa, concesionaria del servicio de limpieza, en la recogida de las más de 20 toneladas de residuos diseminadas por la playa, una cantidad muy similar a la de otros años, señalaron fuentes municipales, que constataron además una menor presencia de cristales entre los desechos.

Así, trabajadores a pie y con maquinaria lograron recuperar la zona de Panxón para los bañistas en torno a las ocho y media de la mañana. Algo más costó borrar las huellas del botellón en el entorno del río Muiños y Praia América, donde las numerosas trincheras excavadas en la arena por los asistentes obligaron a allanar el terreno empleando maquinaria específica, lo que ralentizó la labor.

Pese a todo, el sistema dunar, pendiente de su declaración como Espacio Natural de Interés Local por parte de la Xunta tras años de trabajos de recuperación, no sufrió las consecuencias de los festejos. Los 700 metros de valla que protegían la zona y la vigilancia realizada por agentes del Seprona evitaron las incursiones y, con ello, que se registraran destrozos.

Tampoco se registraron peleas ni disturbios reseñables en una noche en la que Policía Local, Guardia Civil, GES y Protección Civil movilizaron más de un centenar de efectivos con el objetivo de garantizar la seguridad de los festejos, en los que un hospital de campaña atendió un total de 55 incidencias, aunque ninguna de ellas grave.

Balance sanitario

El personal sanitario desplazado a la playa atendió once comas etílicos, a 16 pacientes con cortes y a otros trece con molestias en los ojos. Tres fueron las personas que precisaron asistencia por quemaduras, entre ellas una joven que tuvo que ser trasladada a un centro sanitario tras sufrir una quemadura extensa en una pierna al tratar de saltar una de las hogueras, aunque su estado no revestía gravedad.

Panxón, inmersa este fin de semana en sus fiestas patronales, cumplió de este modo con la tradición de las hogueras, un reclamo para miles de jóvenes que ya han convertido el macrobotellón que se desarrolla en paralelo en una cita obligada para recibir el verano.