La canalización y la gestión de aguas pluviales y fecales, junto con un proyecto de ordenación vial son las prioridades del polígono industrial del Rebullón en Mos. Empresarios y representantes de la administración local y autonómica se reunieron para buscar soluciones a las deficiencias existentes en esta área que valoran en más de medio millón de euros. La alcaldesa Nidia Arévalo declaró la "necesidad de revalorizar esta zona industrial, estratégica por su ubicación, pero que precisa de una mejora estructural importante y vital para la subsistencia del polígono".

Junto a la regidora local se reunieron el jefe territorial de Pontevedra de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, Ignacio Rial; la concejala de Urbanismo, Julia Loureiro; el arquitecto y el jurídico del Concello y representantes de la Asociación de Empresarios de Mos y de varias empresas de dicho polígono. Previamente, el arquitecto municipal había realizado un informe en el que se valoraban las necesidades de esta zona, centrándose fundamentalmente en la canalización y la gestión de aguas pluviales y fecales, la mejora del vial central, la acometida de una red de hidrantes para la extinción de incendios y el soterramiento del tendido eléctrico.

La mejora del vial central debería contemplar todo tipo de trabajos de humanización como mejora del firme, acometida de aceras y aparcamientos, delimitación de vados, optimización del alumbrado público, etc. La prioridad de la canalización y gestión de pluviales y fecales se justifica en la existencia de un muro con peligro de derrumbe.

Financiamiento

El coste de todos estos trabajos, según fuentes municipales, podrían superar los 480.000 euros, sin incluir las labores de soterramiento del cableado eléctrico. Dado la importante inversión, se barajan diferentes posibilidades de financiación. Por una parte, se planteó la idea de mancomunar la conexión a los servicios y asumir el coste entre todos los empresarios asentados en el polígono; otra opción sería que la Consellería conceda una ayuda al Concello y, a su vez, la administración local firme un convenio con las empresas y una tercera posibilidad contempla que la Consellería firme con el Concello un convenio a dos años para poder acometer la obra.