La tradicional danza de espadas regresa a sus orígenes en Baiona. El grupo de vecinos que la conserva desde hace dos décadas y el Concello han acordado recuperarlo para los festejos del Corpus este año, después de más de un siglo restringida a los actos en honor a la Virgen del Carmen y la Anunciada. Será el próximo día 29, domingo, en Santa Liberata, en cuanto culmine la procesión del Santísimo.

Fue un estudio del investigador baionés Anxo Rodríguez Lemos, publicado en este diario, el que llevó a la concejala de Cultura, María Iglesias, a retomar la antigua costumbre y a animar a los bailarines actuales a devolverla a los festejos del Corpus.

El historiador local reivindicaba el nacimiento del baile en la villa ligado a estas fiestas tras descubrir, a través de las "Crónicas históricas de la villa de Baiona" del escritor Herminio Ramos, que el Gremio de Mareantes ya ponía en escena la danza de espadas en 1595 en Corpus, igual que lo hacían otras villas marineras pontevedresas como Redondela. Aquellos documentos señalaban que un hombre a caballo caracterizado como San Jorge, mártir que había combatido contra un dragón representado como una coca, precedía a la procesión y los marineros representaban la singular coreografía en la Plaza Vieja.

Se desconoce en qué momento dejó de interpretarse durante los actos en honor al Santímismo, que sí han mantenido en la villa tradiciones seculares como las alfombras florales, y quedó limitada a las fiestas estivales. Rodríguez Lemos calcula que ocurrió entre los siglos XVIII y XIX, "cando os gremios foron perdendo importancia". Lo que sí queda claro, según la documentación existente, es que la danza sobrevivió en varias ocasiones a las prohibiciones de diversos obispos y que se recuperó en 1870 con la música original, de gaita y caja, para pasar a ser tocada por banda de música a principios del siglo XX, como ocurre en la actualidad, desde que un grupo de baioneses la recuperaron en los años noventa tras un parón de décadas.

Su regreso al programa del Corpus pretende "potenciar la tradición de un festejo que tratamos de impulsar hace años", señala María Iglesias, agradecida a los bailarines por su disposición.

"Moita xente de Baiona nos transmitiu o desexo de que recuperasemos a danza no Corpus e para nós é un orgullo facelo", explica Jaime Costas Pereira, el capitán del actual grupo de la danza de espadas. Los 25 miembros del conjunto tratan de hacer hueco en sus agendas para iniciar los ensayos y devolver a los baioneses una de sus tantas costumbres seculares.