Un vecino de Salceda de Caselas, José P.R. de 48 años de edad, resultó herido ayer al ser alcanzado por un disparo -se cree que de una escopeta- en una emboscada ante su domicilio y a 25 metros de una escuela unitaria de la localidad.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:30 horas en el barrio de Fontán, de la parroquia de Parderrubias, cuando el vecino salió de su coche y se dirigía a la casa donde reside para a comer.

Inmediatamente se escuchó una detonación procedente de un monte próximo, donde se habría agazapado el autor o autores del o de los disparos. Rápidamente se refugió pero, al parecer, un tiro le alcanzó, según algún vecino "de forma leve" y se desconoce si se trata de una bala o de escopeta de municiones.

Inmediatamente después fue avisada la Guardia Civil y se personó en el lugar una ambulancia del 061 de emergencias de Galicia, mientras se cree que el autor o autores huyeron monte a través.

La Guardia Civil investiga los hechos a través de sus unidades de la Policía Judicial, principalmente de Vigo, para intentar aclarar los motivos de la emboscada y estarían barajándose diferentes hipótesis, que no han trascendido.

La emboscada dirigida al parecer a este vecino, conocido como "Popeye", una circunstancia que también pretende aclarar la benemérita, se produjo a 25 metros de la Escuela Unitaria de Parderrubias, donde una hora antes aproximadamente habían salido los escolares de infantil.

Aparcó ocultando el coche

Los autores se ocultaron en los matorrales y esperaron a que el inquilino de la vivienda, en su mocmento creada para los profesores, llegase a su domicilio, al que se accede por la parte trasera del edificio. El hombre colocó su coche en el lugar habitual entre la puerta principal y un seto de "xesta" que semiocultaba el vehículo desde el punto en que se hicieron los disparos.

Según explicó un vecino de la zona, esa pudo ser la suerte del herido ya que los autores pudieron no verle bien cuando dispararon.

La Guardia Civil realizó varios interrogatorios ayer tarde para encontrar alguna pista sobre los hechos. Tampoco se conocía anoche el alcance de las heridas del hombre, que continuaba hospitalizado en el Álvaro Cunqueiro, donde en la tarde de ayer fue intervenido.

El vehículo del herido permanecía estacionado en el punto donde lo dejó y el pan colgado en la puerta.