El agente forestal del Monte Aloia, Manuel Lorenzo, asegura que la prevención del maltrato animal es una de las prioridades de su equipo de trabajo y desmiente que la imagen de un caballo con cepo en sus patas sea una estampa muy habitual en el Aloia. "Hace muchísimos años que aquí ya no se ven caballos con trancas y si acaso aparece alguno pexado es con una cuerda y actuamos con la máxima celeridad tomando las medidas oportunas", explica, dejando claro que "no se trata de una estampa muy habitual", como declaraban ayer desde la Asociación Animalista Libera.

Lorenzo lleva en este parque natural 31 años y asegura que a diario se desarrollan tareas de vigilancia en este sentido, "para nosotros tiene la misma importancia localizar caballos con cepos, liberarlos y contribuir a la disuasión de esta práctica, como evitar que se queme un metro cuadrado del monte". La conservación de este espacio natural y de su ecosistema es la máxima prioridad del equipo que dirige. En este sentido, Lorenzo puntualiza que a veces se confunden los límites del parque, y situaciones que se denuncian como producidas en el Aloia en realidad tienen lugar fuera de este espacio natural protegido, en los montes de parroquias de Tui, Gondomar o Porriño, área que ya no es de su competencia y se queda fuera de su ámbito de actuación.