Salió de casa como un aficionado al atletismo más con intención de realizar su habitual entrenamiento por la zona y acabó la tarde como un héroe. Alberto Rodríguez Meiriño no dudó ni un momento en lanzarse al agua para tratar de salvar a un desconocido, pero restaba importancia a su hazaña tras lo ocurrido. "En ese momento no pensé nada, tan solo en ayudar", manifestó tras ser atendido en el servicio de urgencias de A Xunqueira.

Corría por la acera de enfrente a la del siniestro cuando escuchó el golpe y vio caer el vehículo "de punta". Cruzó la calzada y se asomó. "No veía el coche. Di la vuelta al puente y ya lo vi debajo y me tiré", explicó.

Israel salía del coche por sí mismo antes de que este se sumergiese por completo y Alberto le ayudó a sujetarse a uno de los pilares del puente, "preocupado por si había alguien más en el coche". Pocas palabras pudieron intercambiar ante el nerviosismo del momento y el frío que ambos sentían. "Solo me dijo que no iba rápido y poco más", señaló. "Yo trataba de tranquilizarlo. Llegó la Policía e intentaron sacarlo pero era muy complicado, así que esperamos a que viniesen los bomberos, lo levantaron y fin de la historia", relató.