El gobierno de Gondomar ha contratado una intervención especial de jardinería para contener el crecimiento del gran abeto ubicado en la céntrica plaza Ángel Urzáiz, a pocos metros del Concello. Según explica el alcalde, Paco Ferreira, vecinos del entorno se han quejado ante la proximidad de las ramas a sus ventanas y tejados.

Los residentes protestan no solo por la sombra que proyecta sobre sus fachadas, sino también por la suelta de resina que cae sobre el entorno, dañando incluso algunos vehículos estacionados, señala el regidor.

A sus 60 años de edad, el abeto constituye casi un símbolo del paisaje urbano gondomareño, por lo que el equipo de gobierno descarta su tala. Para garantizar la conservación del ejemplar y la seguridad del recinto, el Ayuntamiento encargó un informe técnico previo a una empresa de jardinería, que recomienda una cuidadosa poda acompañada de la sujeción de las ramas con alambres para frenar su expansión. Los trabajos arrancarán esta semana.