Efectivos de la Guardia Civil de Porriño localizaron en esta localidad la mayor plantación de marihuana aprehendida en la comunidad gallega.

La plantación se encontraba en una casa ubicada en la porriñesa de Torneiros, en la que se localizaron más de 3.000 plantas y los sistemas de climatización forzada para que pudieran desarrollarse y dar fruto con rapidez. De hecho, muchas de las plantas fueron encontradas con sus "cogollos", que en las plantaciones al aire libre en Galicia se obtienen en el mes de septiembre, maduros y listos para procesar.

La Guardia Civil se hizo con la totalidad de las plantas, aparatos de aire acondicionado y fertilizantes usados, al parecer en gran cantidad.

Todas las plantas y material se trasladó al cuartel de la Guardia Civil donde hoy se darán a conocer los detalles de la operación, según informaron fuentes de la benemérita.

La Guardia Civil detuvo en el transcurso de la operación a tres vecinos de Vigo, que supuestamente habían alquilado la vivienda en la parroquia porriñesa de Torneiros en la que se instaló la producción industrial.

Los tres pasaron ayer a disposición del Juzgado de Porriño que determinó su puesta en libertad con cargos, según pudo saber Faro de fuentes jurídicas.

La plantación industrial estaba provista con todos los sistemas para permitir un sistema de cosecha forzada, a través de una ambientación climática muy lograda, fertilizantes y útiles de producción mecánicos y manuales.

Según un experto consultado por FARO DE VIGO las más de 3.000 plantas podrían significar anualmente más de cuatro millones de euros para sus propietarios, al precio del mercado en España. Cada planta suele producir al menos 250 gramos de "cogollo" si está al aire libre, y el kilo se vende a unos 1.400 euros. Se cree que tal como estaba el sistema de esta plantación y teniendo en cuenta que la misma tenía frutos, según varias fuentes, es posible que el rendimiento pudiera cuadruplicarse en un año. Este tipo de cultivos se denominan hidropónicos, y en algunos casos proporcionan hasta cinco cultivos al año por planta, es decir cada una de las plantas produciría más de un kilo de droga.

Por otra parte la inversión en la plantación podría alcanzar más de 100.000 euros teniendo en cuenta las propias plantas, los aparatos de aire acondicionado, lámparas halógenas, transformadores, extractores, ventiladores industriales, filtros de partículas o deshumidificadores, que poseen este tipo de cultivos.

La última aprehensión importante de marihuana en un invernadero ocurrió en Oia en 2009, siendo aprehendidas 400 plantas. Por otra parte, en Portas, en 2011, se aprehendieron alrededor de 250 plantas.