Las obras que se realizan en la autopista a la altura de Chapela han dejado a los residentes en el Camiño do Mouriño, en el barrio de Cidadelle, en una situación de "abandono", según denuncia la asociación de vecinos de la parroquia en un escrito remitido a la Alcaldía de Redondela y los grupos políticos de la corporación.

El desprendimiento hace ya dos meses de un talud en ese camino, a causa de los trabajos en la AP-9, obligó a realizar unas obras de reposición que "parecen rematadas", exponen. Sin embargo el vial sigue cerrado al paso de vehículos y peatones, lo que está provocando un grave problema de movilidad.

"En la zona vive gran cantidad de personas, algunas de ellas niños, ancianos, personas impedidas...", expone la presidenta de la A VV de Chapela, Ángela Méndez. Estos vecinos, apunta, "desde hace dos meses para desplazarse a todos los servicios que son imprescindibles para la vida cotidiana (centro de salud, colegios, instituto, farmacias, paradas de bus, ultramarinos, farmacia que está a 100 metros de sus viviendas) ahora tienen que hacer un tremendo recorrido de aproximadamente 1.100 metros".

En vez de acceder a la N-552, donde se sitúan los servicios, por el tramo cortado del Camiño do Mouriño, los afectados "tienen que subir por el Camiño da Rabexa, de gran pendiente, continuar por el Camino do Paporoxo y bajar por la carretera principal de Cidadelle, también de gran desnivel, sin aceras ni ningún tipo de seguridad para los peatones, y viceversa para volver a casa", señala Méndez. En resumen, "lo que antes eran cien metros ahora es más de un kilómetro", dice.

De este modo, más que aislados, los residentes en el Camiño do Mouriño se han trasladado a una especie de península en la que "lo que antes hacían a pie, por la proximidad con todos los servicios de la parroquia, ahora se les obliga a utilizar el coche o un taxi, lo que incrementa la pérdida de tiempo y el gasto económico", critican desde el colectivo vecinal de Chapela.

La indignación de los afectados por el "desamparo y abandono" que dicen sufrir por parte del Concello se ve ratificada al comprobar que no se exige a los responsables de la obra en el Camiño do Mouriño su "remate inmediato y puesta en servicio del vial", cuando en otros casos de particulares, como el de un propietario al que se le instó a arreglar un muro amenazado de derrumbe, "le dieron un plazo de veinte días y lo tuvo que cumplir".

Desde la Asociación de Vecinos de Chapela se reclama al alcalde que "exija la inmediata reposición del camino y su puesta en servicio" al menos para los peatones, si es que hay que acometer más obras.