La Fiscalía inició una investigación judicial contra al secretario de la anterior directiva del club de fútbol Porriño Industrial para determinar su responsabilidad en la apropiación de dinero de la entidad y en la supuesta falsificación de los libros de contabilidad.

Este hecho y la justificación de subvenciones con facturas falsas -los servicios de Intervención del Concello de Porriño comprobaron la existencia facturas por 31.000 euros con numeración y conceptos falsos- ha llevado al club a una situación insostenible al no poder el Concello pagar ninguna nueva subvención a la entidad.

El cambio de directiva a través de una moción de censura al anterior presidente no ha servido para resolver los problemas del equipo, y sobre todo el uso que se hizo del dinero público.

El Concello mantiene una posición de neutralidad con respecto a la dirección del equipo pero exige que se resuelvan los errores del pasado, entre ellos los 31.000 euros en facturas falsas detectadas por los servicios de Intervención municipal.

La responsabilidad penal de los autores de la falsificación deberá dictaminarla un Juez, cuando la Fiscalía concluya su querella y se realice la instrucción de caso, pero el Ayuntamiento, como responsable de comprobar que los documentos que sirven de justificación a los pagos sean correctos, mantiene los canales de financiación del equipo cerrados. Según fuentes municipales, los servicios de intervención cotejaron, una a una, las facturas presentadas dirigiéndose a las empresas que supuestamente habían emitido esas facturas y comprobando que las mismas no existían en la contabilidad de las empresas, los números eran falsos, así como las fechas de emisión, lo que frenó los pagos al club por parte del Concello.

Pero además, entre la documentación aportada por el Club, del último año, aparecen diversos documentos justificativos de pagos que pudieron realizarse con conceptos no reales, es decir se han realizado transferencias como nomina sin que se presentaron los contratos, o se presentaron recibos de pagos sin que exista una factura de los mismos. Este hecho llevaría a que el Concello pagase subvenciones justificadas en "b", si llegasen a abonarse. Con la justificación incompleta en el Ayuntamiento, a la directiva actual le es imposible enderezar un club que en la actualidad no posee prácticamente patrocinadores privados.

El Concello ejerce ahora un control estricto sobre el dinero público y quiere que el destino del mismo sea, además, el deporte base. "El Concello no es responsable de la mala gestión de un Club. Nosotros tenemos que controlar el destino del dinero público y así lo hacemos. Nadie debe poner en entredicho el trabajo de los funcionarios públicos de este ayuntamiento", aseguró ayer la alcaldesa.