Serafín Villanueva mostraba ayer su satisfacción tras conocer el resultado de la reunión de los representantes municipales con los de la consellería. "Era un nó moi difícil de desfacer, que deixou a parroquia dividida e que agora parece ter unha vía de solución", explicaba. El conflicto de los últimos cuatro años ha enfrentado a los vecinos y les ha generado gastos irreparables, pero al menos ha llegado a su fin y traerá "tranquilidade", decía. "Tiñamos unha inseguridade xurídica tremenda", comentaba el presidente de la comunidad de propietarios. "O cemiterio era ilegal e expoñiámonos a que un xuiz prohibise os enterros ou o clausurase en caso de denuncia", señalaba.