La Asociación de Vecinos de San Benito y San Sebastián sugiere, en un informe de necesidades de los barrios, que la descentralización de un servicio municipal ayudaría a dinamizar el barrio.
El informe destaca que solo un impulso decidido en el campo económico hará que los barrios de San Benito, San Sebastián y Os Cachos mejoren su situación de progresivo abandono. "Para ello, entendemos que es necesario tomar diferentes medidas que ayuden a impulsar la actividad económica en los barrios", explicaron durante la asamblea celebrada la semana pasada.
La descentralización de algún servicio municipal en alguno de los inmuebles abandonados ubicado en los barrios, sería a entender de los vecinos la solución ideal. "En la actualidad existen diferentes inmuebles en venta o abandonados que el Ayuntamiento podría adquirir, restaurar y ubicar en él algún servicio municipal (urbanismo y oficina técnico, asuntos sociales, etcétera) lo que permitiría un efecto de atracción de vecinos y vecinas al barrio", indican.
Otro de las ideas que plantean es estudiar la posibilidad de ubicar algún cajero en los barrios, dado que todas las entidades bancarias se ubican en el centro urbano y dotar a estos barrios históricos de mayor actividad socioeconómica incentivando la apertura de nuevos negocios en el mismo.
También plantean estudiar la posibilidad de crear algún tipo de Feria o evento de carácter más o menos permanente en los barrios, como existe en la actualidad en otros ayuntamientos como un mercadillo de antigüedades, o Ferias como el Mercadillo Ecológico que ha dado buen resultado.
Los vecinos entienden además que el PXOM actualmente en vigor en Porriño, fue claramente un freno para el desarrollo para el barrio de San Benito en concreto, pero también para parte de la calle Domingo Bueno y calle Leandro Diz. "Es cierto que el barrio de San Sebastián experimentó cierto auge constructivo, pero las limitaciones en el área de San Benito y en otras zonas, lastró gravemente el proceso de renovación urbana, lo que fue claramente un freno socioeconómico. La mayor parte de las viviendas existentes en la zona son antiguas y no están adaptadas a las nuevas normativas para apertura de negocios y establecimientos. Al no poder renovar el edificio, los locales permanecen en el mismo estado y no se produce ni el proceso de renovación generacional con la llegada de jóvenes a las viviendas nuevas, ni la posibilidad de nuevos locales y negocios, lo que condena la zona".
