La Xunta parece haber cambiado de opinión respecto a los daños que las crecidas del río Muíños causan a las dunas de Praia América y Panxón. Su delegado en Vigo, Ignacio López Chaves, se comprometió ayer con el alcalde, Juan González, a trasladar el deterioro de la zona a los departamentos autonómicos competentes para que faciliten el asesoramiento necesario al Concello con el fin de estudiar posibles intervenciones. Lo hacía durante una visita al lugar, invitado por el regidor, tres semanas después de que la Consellería de Medio Ambiente manifestase que debía ser el Ayuntamiento el que se ocupase del asunto por su cuenta.

La falta de colaboración del Ejecutivo gallego hasta ayer había llevado al gobierno municipal a buscar expertos universitarios en la materia para detectar el origen del problema y buscar soluciones e incluso a requerir, sin respuesta, el apoyo del vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda, en otra reciente visita.

El primer representante de la Xunta en responder a la demanda de González ha sido López Chaves, después de su paso por el colegio Humberto Juanes, donde comprobó la finalización de obras como el cambio de la caldera por 60.000 euros, así como la construcción de aseos para personas con discapacidad y la renovación del pavimento del gimnasio por 25.000.