El párroco de la parroquia de Areas, en Ponteareas, halló la semana pasada el corazón de un animal en medio del cementerio. Estaba cosido y en su interior había varias estampas religiosas. Se trata de los restos de un ritual esotérico. Al encontrarse con la víscera, se alertó a la Guardia Civil que acudió al lugar con un médico forense que confirmó que el corazón no era humano, si bien no ha trascendido a qué especie pertenece. El caso anterior más reciente de un ritual semejante se descubrió en septiembre de 2014 en el cementerio de Ponteareas, donde entonces aparecieron tres corazones enterrados de otros tantos animales.