Por arriesgada que pueda parecer, la apuesta de la Comunidad de Montes de Mougás que pretende sustituir 30 hectáreas de eucalipto por una plantación de aguacates es, en palabras de su presidente, Venancio Miniño, una alternativa seria y viable, "más o menos testada ya", en la línea de buscar nuevas maneras de sacar partido al territorio más allá de la madera.

"Estamos negociando con un par de empresas para que nos ayuden a desarrollar el proyecto", aseguró ayer Miniño, que defiende que este árbol de fruto de origen americano, más propio de climas cálidos, "se dará bien" en la parroquia oiense. "Nuestro clima es muy bueno", afirma, aludiendo al hecho de que estos árboles ya crecen sin problemas de forma aislada en fincas de la zona. Además, agrega, "en el centro y norte de Portugal es un cultivo que ya está dando buenos resultados".

Tras un año de trabajo previo, la plantación podría iniciarse en unos meses de forma experimental en "una o dos hectáreas", explica el presidente de los comuneros, que han elegido para esta iniciativa una franja de terreno entre A Cabeciña y As Pozas, próxima al principal núcleo de viviendas de la parroquia.

La idea es ir ampliando poco a poco el ámbito de actuación según aumente el ritmo de producción. "Los árboles empiezan a dar fruto a los dos o tres años, pero no alcanzan su nivel óptimo hasta que alcanzan los ocho años", apunta Miniño.

Según los cálculos que maneja la comunidad de montes, cada hectárea podría ofrecer alrededor de 10 toneladas anuales de aguacate, lo que permitiría obtener unos ingresos brutos de alrededor de 10.000 euros.

Pero no es solo en el apartado económico en lo que se fija la entidad a la hora de emprender este proyecto, sino que contempla también su potencial como actividad generadora de empleo y los beneficios que esta plantación reportaría a la conservación del monte, sirviendo, por ejemplo, de "cortafuegos" en caso de incencio, señala Miniño.

Por estos mismos motivos, los comuneros se han fijado en el aguacate, pero no solo en este cultivo, sino también en el castaño de fruto o en la producción de resina de pino, dos iniciativas con las que pretenden complementar la silvicultura tradicional del pino, Los eucaliptos, por ejemplo, "tardan 14 o 15 años", solo dan beneficios al final de su vida y "no generan puestos de trabajo", advierte el presidente de la comunidad de montes, que en la actualidad cuenta con 180 comuneros, propietarios de un total de 1.500 hectáreas.

Aún así, mantiene que "no es cuestión de buscar miles de posibilidades", sino de apostar por algunas que se demuestren viables. Entre ellas, también puede figurar la gestión del patrimonio cultural que encierra el monte, algo en lo que los comuneros de Mougás ya se han implicado con la recuperación del castro de A Cabeciña.