Una "grave agresión" a uno de los espacios "con un mayor valor ecológico" de Serra da Groba. Trece colectivos vinculados a la defensa del patrimonio natural suscriben esta denuncia referida a un proyecto de repoblación del monte emprendido por los comuneros en la Braña do Campo do Costado, un humedal localizado en el nacimiento del río Mougás.

Alrededor de 30 hectáreas, calculan, se han visto afectadas por las obras, que, con un coste de algo más de 71.000 euros y financiadas con fondos europeos Feder, han incluido la construcción de un cierre perimetral, así como un "desbroce sistemático" del terreno y la apertura de zanjas "en línea con la pendiente".

Los colectivos que firman esta denuncia pública (Verdegaia, Matogueira, Fontaíña, Adega, Morcegos de Galicia, SOS Groba, Amigos da Terra, Salvemos Monteferro, A ría non se vende, Asociación Gallega para la Conservación de la Biodiversidad, A Terra non se Vende, Equo y Clube Espeleolóxico Maúxo) señalan que la zona elegida para la repoblación cuenta con "cinco hábitats de interés comunitario", dos de ellos considerados "prioritarios" por la legislación europea.

Explican que el proyecto de la comunidad de montes pone en riesgo varias especies vegetales como el narciso, conocido como "mallo", incluido en el "Catálogo galego de especies ameazadas", y tam bién la supervivencia de animales poco frecuentes en la costa sur gallega, como la liebre o un tipo de halcón conocido como abejero europeo.

"La existencia de estos valores motivó que la Xunta incluyese este espacio en su propuesta de ampliación de la Red Natura 2000 en 2012", recuerdan, para precisar que "el abandono de este proceso dejó a la Serra da Groba en una situación de absoluta desprotección".

A su juicio, la iniciativa de los comuneros tendrá multiples efectos sobre el entorno, entre ellos escorrentías por los surcos abiertos en el terreno que "amenazan con secar el humedal". También señalan que el c ierre del curso alto del río Mougás "no respeta la preceptiva servidumbre de paso" y que el vallado del terreno supone la "expulsión de los caballos" que se crían en libertad en la sierra "de una importante área de pastos húmedos y abrevadero".

Sobre el proyecto en sí, lamentan la sustitución del hábitat de carrasco europeo predominante en la zona por "nuevas plantaciones de pino" y señalan el "vertido" de bandejas forestales sobre el humedal y el "abandono de más de 700 plantas de fresno, una especie inapropiada para el terreno" amontonadas en el lugar de plantación.

Por todo ello reclaman la restitución del espacio y exigen a las administraciones que analicen si, como sospechan, se ha producido una vulneración de la normativa ambiental.