Las márgenes del río Maceiras a lo largo de la nueva senda fluvial volverán a estar pobladas de manzanos, una especie que dio nombre al valle por el que discurre el cauce fluvial por su abundancia en épocas pasadas. Sin embargo, los ejemplares fueron desapareciendo a lo largo de las últimas décadas por la invasión de especies alóctonas hasta el punto de que, en la actualidad, es difícil encontrar algún ejemplar en la zona fuera de las fincas particulares.

El gobierno local se ha propuesto recuperar esta especie y, aprovechando el acondicionamiento del entorno del río para la construcción del paseo, realizó en los últimos días una plantación de veinte ejemplares, que se incrementarán en una segunda fase, además de implantar otras especies autóctonas como los avellanos.

El concejal de Medio Ambiente de Redondela, Miguel Ángel Álvarez Ballesteros, destaca el avance de los trabajos y aclara que, una vez rematada la obra, se procederá a la eliminación de las especies invasoras en las márgenes del cauce. "Este será un segundo paso que se llevará a cabo cuando las máquinas acaben el trabajo de obra", unas labores que podrían estar rematadas a principios del próximo mes si el tiempo lo permite.

La plantación de manzanos autóctonos realizada en los últimos días se ampliará y se completará con la repoblación de avellanos, "ya que se trata de una especie que también se da muy bien en zonas húmedas", señala Álvarez. Además en las márgenes del río se permitirá el crecimiento de especies de ribera como los sauces y alisos.

"En poco tiempo la gente podrá pasear por una zona que hasta ahora era inaccesible para los ciudadanos, y nuestros mayores recordarán como era hace años. Un valle de manzanos", afirma el edil.

Esta ruta peatonal por una de las márgenes del cauce dará continuación al tramo realizado a finales de 2014, de algo más de 300 metros, con el objetivo de poner en valor y recuperar desde el punto de vista ambiental las márgenes del río .El nuevo tramo de paseo discurrirá entre Fortóns y Ameal, en el lugar de Vilavella, con una longitud de 535 metros.